¿Cómo distinguir el verdadero Jesús de los falsos?
Recomendamos esta joya, "Opúsculo de Cristología", el hermano Gino
Iafrancesco, que os podéis descargar aquí (versión con las erratas
corregidas): Opúsculo de Cristología
"La Revelación que Dios ha dado de Sí mismo ha sido a través de Su Verbo, el cual se hizo carne (Jn 1:14.18), semejante a los hombres (Flp 2:7), y vino a la tierra en la Historia, y nos dio y da a conocer al Padre (Jn 17:26; 1Jn 5:20). El propósito de Dios es reunir todas las cosas en Cristo (Ef 1:10), reconciliar en Él y por Él (2Cor 5:19). Jesucristo es, pues, el fundamento puesto, y nadie puede poner otro fundamento (1Cor 3:11).
La intención de Satanás ha sido colocarse a sí mismo en el lugar de Dios (Is 14:14), y el misterio de iniquidad, por el espíritu de anticristo, trabaja en ese propósito malévolo, a fin de colocar al inicuo satánico en el lugar de Dios (2Tes 2:3-4). Es por esa razón que la serpiente procura presentar a otro Jesús (2Cor 11:13.4), con el fin ulterior de sustituirlo. El espíritu de anticristo se caracteriza por su manera de enfocar a Cristo (1Jn 2:22-23; 4:3; 2Jn 7); procura confundir a la Iglesia acerca de Jesucristo, presentando a otro Jesús, de manera que nos aparte del verdadero y nos atraiga poco a poco y sutilmente a un falso cristo.
Quien no conozca, pues, al verdadero Cristo, puede caer en las redes de uno falso. Conocer a Cristo es, pues, el asunto de mayor importancia; sólo por Él conocemos al Único Dios verdadero (1Jn 5:20); Jesucristo es, pues, el Fundamento. El Espíritu de Dios se caracteriza por su confesión del Cristo (1Jn 4:2); la Iglesia está edificada sobre la Roca de la revelación y confesión de Jesucristo como el Hijo del Dios viviente (Mt 16:16-18). El Espíritu Santo glorifica al Hijo (Jn 16:14) y lo presenta como Señor (1Cor 12:3); cualquier supuesta "revelación" que disminuya o niegue al Hijo, no proviene del Espíritu de Dios, y es característica de la serpiente; y es tan sutil el asunto, que en muchos casos se pretende confesar al Hijo al mismo tiempo que se le niega, como veremos, Dios mediante, más adelante.
Es posible que algunos hijos de Dios, niños en Cristo e inmaduros para discernir la Voz del Espíritu, y con insuficientes elementos de juicio para examinar, sean en parte confundidos (Gal 3:1-5). Pues Jesús dijo que engañarían, si fuese posible, a los escogidos (Mt 24:24); pero al conocer la verdad, son libertos, pues el Espíritu de verdad oye lo que dicen los apóstoles de Cristo, que hablan desde las Escrituras; el espíritu de error no escucha a los apóstoles y permanece en error (1Jn 4:6).
¿Quién es, pues, el Verdadero Cristo que presentaron sus apóstoles? Debemos enfrentarnos a su Testimonio"
(Del cap VII: Introducción acerca del Verbo de Dios).
"La Revelación que Dios ha dado de Sí mismo ha sido a través de Su Verbo, el cual se hizo carne (Jn 1:14.18), semejante a los hombres (Flp 2:7), y vino a la tierra en la Historia, y nos dio y da a conocer al Padre (Jn 17:26; 1Jn 5:20). El propósito de Dios es reunir todas las cosas en Cristo (Ef 1:10), reconciliar en Él y por Él (2Cor 5:19). Jesucristo es, pues, el fundamento puesto, y nadie puede poner otro fundamento (1Cor 3:11).
La intención de Satanás ha sido colocarse a sí mismo en el lugar de Dios (Is 14:14), y el misterio de iniquidad, por el espíritu de anticristo, trabaja en ese propósito malévolo, a fin de colocar al inicuo satánico en el lugar de Dios (2Tes 2:3-4). Es por esa razón que la serpiente procura presentar a otro Jesús (2Cor 11:13.4), con el fin ulterior de sustituirlo. El espíritu de anticristo se caracteriza por su manera de enfocar a Cristo (1Jn 2:22-23; 4:3; 2Jn 7); procura confundir a la Iglesia acerca de Jesucristo, presentando a otro Jesús, de manera que nos aparte del verdadero y nos atraiga poco a poco y sutilmente a un falso cristo.
Quien no conozca, pues, al verdadero Cristo, puede caer en las redes de uno falso. Conocer a Cristo es, pues, el asunto de mayor importancia; sólo por Él conocemos al Único Dios verdadero (1Jn 5:20); Jesucristo es, pues, el Fundamento. El Espíritu de Dios se caracteriza por su confesión del Cristo (1Jn 4:2); la Iglesia está edificada sobre la Roca de la revelación y confesión de Jesucristo como el Hijo del Dios viviente (Mt 16:16-18). El Espíritu Santo glorifica al Hijo (Jn 16:14) y lo presenta como Señor (1Cor 12:3); cualquier supuesta "revelación" que disminuya o niegue al Hijo, no proviene del Espíritu de Dios, y es característica de la serpiente; y es tan sutil el asunto, que en muchos casos se pretende confesar al Hijo al mismo tiempo que se le niega, como veremos, Dios mediante, más adelante.
Es posible que algunos hijos de Dios, niños en Cristo e inmaduros para discernir la Voz del Espíritu, y con insuficientes elementos de juicio para examinar, sean en parte confundidos (Gal 3:1-5). Pues Jesús dijo que engañarían, si fuese posible, a los escogidos (Mt 24:24); pero al conocer la verdad, son libertos, pues el Espíritu de verdad oye lo que dicen los apóstoles de Cristo, que hablan desde las Escrituras; el espíritu de error no escucha a los apóstoles y permanece en error (1Jn 4:6).
¿Quién es, pues, el Verdadero Cristo que presentaron sus apóstoles? Debemos enfrentarnos a su Testimonio"
(Del cap VII: Introducción acerca del Verbo de Dios).
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