Corrupción

A esta alturas, difícilmente puede negar ya nadie que la corrupción forma parte de la naturaleza humana. Derecha, izquierda, hombres, mujeres, políticos, ciudadanos de a pie... ¿Quién puede decir que su historial está limpio?. La ley a duras penas logra poner algo de freno a semejante realidad, incluso a menudo la fomenta por su misma naturaleza (carente del más elemental sentido común y contacto con la realidad).

Jesús tiene razón: estamos tan estropeados que necesitamos nacer de nuevo, ser re-generados, renovados, trans-formados por el poder de Dios. La ley humana puede y debe hacer algo, pero sólo la unión con el Justo es una solución radical y definitiva a nuestros problemas.

P.F. Obed